lunes, 29 de septiembre de 2014

Uma explosão solar e uma ejeção de massa coronal não são a mesma coisa...

Uma explosão solar é uma velocidade da luz viajando explosão de raios-x e de energia, enquanto uma ejeção de massa coronal (CME) é uma gigantesca nuvem de partículas emitidas pelo Sol Ambos podem afetar a Terra de maneiras diferentes e, por vezes, eles acontecem juntos.

viernes, 26 de septiembre de 2014

El Meteorito de los Dinosaurios, Jardinero Mundial

El cometa objetivo de Rosetta es más oscuro que el carbón

Concepto artístico del orbitador Rosetta cerca del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. La imagen no se muestra a escala. Crédito de la imagen: ESA/ATG Medialab
Un instrumento de la NASA, ubicado a bordo del orbitador Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (European Space Agency, o ESA, por su acrónimo en idioma inglés), ha realizado con éxito el envío de sus primeros datos científicos sobre el cometa67P/Churyumov-Gerasimenko.
El instrumento, llamado Alice (Alicia, en idioma español), comenzó su tarea confeccionando mapas de la superficie del cometa, el mes último, registrando también el primer espectro de luz del ultravioleta lejano de la superficie del cometa. A partir de dichos datos, el equipo de Alice descubrió que el cometa es inusualmente oscuro, más oscuro que el carbón, cuando se lo observa en longitudes de onda ultravioleta. Alice también detectó hidrógeno y oxígeno en la coma, o atmósfera, del cometa.Asimismo, los científicos de Rosetta descubrieron que, hasta ahora, la superficie del cometa no muestra grandes áreas con hielo de agua. El equipo esperaba ver regiones heladas sobre la superficie del cometa porque está demasiado alejado como para que el calor del Sol convierta su agua en vapor.
“Estamos algo sorprendidos porque la superficie del cometa no muestra reflectividad y porque se observa poca evidencia de hielo de agua expuesto”, dijo Alan Stern, el investigador principal de Alice, en el Instituto de Investigaciones del Sudoeste (Southwest Research Institute), ubicado en Boulder, Colorado.
Alice está examinando el origen, la composición y el funcionamiento del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko con el fin de reunir información en alta resolución, la cual no se puede obtener mediante la observación desde la Tierra o desde su órbita. El instrumento tiene más de 1.000 veces la capacidad para reunir datos que los instrumentos que han volado durante la generación anterior, pero pesa menos que 4 kilogramos (9 libras) y usa apenas cuatro vatios de energía. Alice es uno de los dos instrumentos ubicados a bordo de Rosetta que cuentan con financiamiento de la NASA. La agencia también aportó porciones de otros dos conjuntos de instrumentos.
Otras de las contribuciones que ha realizado Estados Unidos y que se encuentran a bordo de la nave especial son: el Instrumento de Microondas del Orbitador Rosetta (Microwave Instrument for Rosetta Orbiter o MIRO, por su acrónimo en idioma inglés), el Sensor de Iones y Electrones (Ion and Electron Sensor o IES, por su acrónimo en idioma inglés), el cual es parte del Consorcio de Instrumentos Analizadores de Plasma de Rosetta (Rosetta Plasma Consortium Suite, en idioma inglés), y el paquete de instrumentos electrónicos del Espectrómetro de Masas de Doble Foco (Double Focusing Mass Spectrometer o DFMS, por su sigla en idioma inglés) para el Espectrómetro del Orbitador Rosetta destinado al Análisis de Iones y Neutros (Rosetta Orbiter Spectrometer for Ion Neutral Analysis o ROSINA, por su acrónimo en idioma inglés). Todos ellos forman parte de un conjunto de 11 instrumentos científicos ubicados a bordo de Rosetta.
MIRO está diseñado para proporcionar datos sobre cómo el gas y el polvo abandonan la superficie del núcleo para formar la coma y la cola que otorgan a los cometas su belleza intrínseca. El IES es parte de un conjunto de cinco instrumentos que están destinados a analizar el medio ambiente de plasma del cometa, particularmente la coma.
Con el propósito de obtener la velocidad orbital necesaria para llegar a su cometa objetivo, la nave espacial Rosetta aprovechó cuatro asistencias gravitacionales (tres de la Tierra y una de Marte) y un período de casi tres años de una profunda hibernación en el espacio, del cual despertó en enero de 2014, justo a tiempo para prepararse para su encuentro con 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Rosetta también transporta un módulo de descenso, llamado Philae, el cual descenderá sobre la superficie del cometa en noviembre de 2014.
Las observaciones del cometa ayudarán a los científicos a conocer más sobre el origen y la evolución de nuestro sistema solar y también sobre el papel que los cometas pueden haber desempeñado en la provisión de agua y, quizás incluso, de la vida en la Tierra.
Más información:
Rosetta es una misión de la Agencia Espacial Europea, la cual cuenta con contribuciones de sus estados miembro y también de la NASA. El módulo de descenso de Rosetta, llamado Philae, pertenece a un consorcio dirigido por el Centro Aeroespacial Alemán (German Aerospace Center, en idioma inglés), ubicado en Colonia; el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, en Gottingen; la Agencia Nacional Espacial Francesa (French National Space Agency, en idioma inglés), en París; y la Agencia Espacial Italiana (Italian Space Agency, en idioma inglés), en Roma.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Pasadena, California, dirige la participación de Estados Unidos en la misión Rosetta para el Directorio de Misiones Científicas de la NASA, ubicado en Washington. El JPL también construyó el instrumento MIRO y allí trabaja su principal investigador, Samuel Gulkis. El Instituto de Tecnología de California (California Institute of Technology, en idioma inglés), ubicado en San Antonio y en Boulder, desarrolló el IES y los instrumentos de Alice; allí trabajan sus principales investigadores, James Burch (IES) and Alan Stern (Alice).
Para obtener más información sobre los instrumentos que Estados Unidos colocó a bordo de Rosetta, visite: http://rosetta.jpl.nasa.gov.
Hay más información disponible sobre Rosetta en: http://www.esa.int/rosetta.
Créditos y Contactos
Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting

Editor de Producción: Dr. Tony Phillips
Traducción al Español: Angela Atadía de Borghetti
Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti
Formato: Angela Atadía de Borghetti

EL AGUA DE LA TIERRA ES MAS ANTIGUA QUE EL SOL

El agua de los planetas fue heredada de la nube molecular primordial

NASA/JPL/-CALTECH/ESO/CAMBRIDGE

El agua es fundamental para la vida, al menos tal y como la conocemos, y desde luego ha resultado indispensable para su desarrollo en la Tierra. Pero, ¿de dónde procede? ¿Cuándo se originó? Una interesante investigación realizada por un equipo internacional de científicos dirigidos por la Institución Carnegie (EE.UU.) y publicada en la revista Science ha llegado a la conclusión de que gran parte del agua que existe en nuestro planeta puede ser más antigua que el mismo Sol. Ya existía antes de que nuestro Sistema Solar comenzase su formación hace 4.600 millones de años. Eso no solo significa que la botella dentro de nuestro frigorífico puede contener una auténtica reliquia sino que aumenta las esperanzas de que mundos que orbitan otras estrellas en nuestra galaxia también alberguen el líquido elemento, y quien sabe si algo más.
No somos los únicos poseedores del agua. Esta ha sido encontrada a través de todo el Sistema Solar, en cometas y lunas heladas o en las oscuras cuencas de Mercurio. Incluso en las muestras de meteoritos, en la Luna y en Marte.
En su juventud, el Sol estaba rodeado de un disco protoplanetario, llamado nebulosa solar, del que nacieron los planetas, incluido el nuestro. Durante años, los investigadores han tratado de determinar si el hielo en ese disco fue originado por la nube molecular de la que se formó el Sol o si ese agua interestelar había sido destruida y reformulada por las reacciones químicas que tuvieron lugar en la nebulosa solar.
Para conocerlo, los investigadores recrearon en laboratorio las condiciones químicas del nacimiento del Sistema Solar y se fijaron en el deuterio, un isótopo del hidrógeno. Encontraron que los índices de ese elemento hallados en el agua del Sistema Solar en la actualidad no pueden ser fruto de los procesos químicos dentro del disco protoplanetario, es decir, parte del hielo del medio interestelar sobrevivió a la formación de nuestro sistema y se incorporó a los planetas.

Una fuente muy fría

«La química nos dice que la Tierra recibió una contribución de agua de alguna fuente que era muy fría, solo diez grados sobre el cero absoluto, mientras que el Sol, siendo sustancialmente más caliente, ha borrado esta huella de deuterio o agua pesada (aquella que contiene más deuterio que hidrógeno)», dice Ted Bergin, investigador de la Universidad de Michigan en Ann Arbor.
«Las implicaciones de este hallazgo es que parte del agua del Sistema Solar ha sido heredada del ambiente del que nació el Sol y le precedía. Si la formación de nuestro sistema es típica, esto implica que el agua es un ingrediente común durante la formación de todos los sistemas planetarios», dice Ilsedora Cleeves, también de la Universidad de Michigan.
El satélite Kepler de la NASA ya ha detectado alrededor de mil planetas extrasolares confirmados. El nuevo hallazgo aumenta las posibilidades de que la vida pueda existir en alguno de esos mundos o en otros aún por descubrir.
El hielo de la nube molecular viajando a través de los diferentes estados de formación de la estrella hasta su incorporación al Sistema Solar